dibujos en el agua

lunes

 






Catrileo

Están dibujadas con lápiz a pasta. De esa azul ultramar. En una secuencia de servilletas ordenadas sobre la mesa de este lugar de comidas, hay un gran loro con una cabeza gigantesca, come racimos de piñones, que son frutos de un árbol gigante cubierto de espinas, en la siguiente ventana de papel; corre con sus patas gordas y mastica pequeños autos de la policía y las armas y los cascos de estos defensores de una extraña criatura mal dibujada. Trata en una pelota de humo y plumas de salvar a un joven cariblanco y mirada suave, que , a pesar de los esfuerzos del ave , recibe un disparo en la espalda. El enloquecido loro se come los fusiles y mata al policía. Y se queda allá, junto al cuerpo del joven, entregándole pequeños gruñidos, dibujados en frases por sobre los acercamientos de sus tibios picotazos en las orejas del joven. Que esta allí dibujado con el pelo revuelto, con muchas pasadas de pasta que han roto el papel. Las tres últimas servilletas están blancas, vacías.Y el lápiz fue dejado sobre una de ellas.

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